June 16, 2023

Aquí estoy Señor

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Hace poco me preguntaron: "¿Has salido tu totalmente del armario en la iglesia?". Esto me llevó a recordar la serie de acontecimientos en la iglesia que impulsaron mis experiencias de salida del armario.

Salir del armario es una experiencia cotidiana en el mundo y en la iglesia. Salí del armario a los 40 años de edad en respuesta a un llamado para desarrollar y establecer un ministerio LGBT (todavía no teníamos la "Q") en mi primera parroquia, Grace Church Van Vorst (GCVV) en Jersey City. En 1998 el rector invitó a los líderes laicos de nuestra feligresía para que iniciaramos un alcance a la comunidad LGBT. Dijo además: "sería maravilloso que esa persona fuera también miembro de la comunidad LGBT". Me levanté y sin perder un segundo dije: "Yo lo soy y yo lo haré". Todos se quedaron boquiabiertos y el resto es historia.

Casi inmediatamente después, hubo un servicio diocesano de afirmación LGBT en la Parroquia Episcopal All Saints, en Hoboken, y el obispo Spong fue quien predicó. Eramos tres los que llevábamos la bandera de nuestra feligresía. Luego, llegó el Domingo del Orgullo, e improvisé una homilía laica a pedido de mi rector: La experiencia de salir del armario continuó mientras lanzábamos oficialmente este
nuevo ministerio de extensión. Salí del armario ante la feligresía presente ese día. ¡El Dios amoroso, liberador y dador de vida estaba allí!

En octubre de ese mismo año, Matthew Sheppard fue brutalmente asesinado, y otra vez tuve que hablar sin preparación alguna (ojalá pudiera encontrar mis apresuradas notas escritas a mano de ese día, sé que están en algún lugar… en alguna -caja...). Recuerdo mis palabras como poderosas, apasionadas y liberadoras. Seguí saliendo del armario a personas que habían faltado a otros eventos dentro de nuestra congregacion. El Dios amoroso, liberador y dador de vida estaba dirigiendo este momento dador de vida, amor y liberación a l@s que ministrábamos y a la congregación en general.

En el plazo de un año iniciamos United in Grace - Unidos en la Gracia, el ministerio LGBTQ en CGVV. Dentro de este movimiento surgieron otras oportunidades para expandir nuestra presencia y nuestro ministerio en la comunidad; desde colaboraciones con el pastor luterano a una pocas cuadras de distancia, hasta unirnos al proyecto de formar JCLGO (Jersey City Lesbian and Gay Outreach) para ayudar a organizar la primera Marcha del Orgullo LGBTQ de Jersey City. Ademas iniciamos una coalición de iglesias y organizaciones LGBTQ para dar vida al AIDS Quilt Memorial Project (Proyecto de la manta conmemorativa del SIDA), un acto comunitario observando el Día Mundial del Sida.

Conocí a los gigantes de nuestro movimiento LGBTQ en la iglesia, como Louie Clay, también conocido como Louie Crew y Lutibelle- y a la reverenda Elizabeth Kaeton, con quienes me hice amiga y compañera de ministerio. Elizabeth fue la celebrante de un servicio religioso para izar nuestra Bandera Arcoiris en el jardín y Louie vino como orador invitado de varios Foros de Educación para Adultos en los que abordamos la intersección entre raza, orientación sexual y religión. Durante las liturgias anuales de celebración y afirmación de El Oasis, también escuché predicar a algunos de nuestros héroes nacionales como el Reverendo Michael Hopkins y la Reverenda Susan Russell y también al obispo Gene V Robinson.

En 1999, tras haber sido ordenada como Ministra Interreligiosa, Elizabeth me invitó a unirme a la Junta Directiva de The Oasis, el ministerio LGBTQ de la diócesis de Newark. The Oasis organizó la primera Eucaristía callejera en la Marcha del Orgullo LGBTQ de Nueva York: ¡Qué acontecimiento fue aquel! Seguimos teniendo esta presencia hasta que la Diócesis de Nueva York - bajo el apasionado liderazgo de Paul Lane, de bendita memoria - nos organizó para convertirnos en una presencia destacada durante la Marcha del Orgullo de la Ciudad de Nueva York. En estos días, es una gran emoción para mí, cuando en el Domingo del Orgullo tengo la oportunidad de celebrar y marchar con los pioneros de la Diócesis de Newark, como mi colega y amiga la Reverenda Rose Hassan.

Recuerdo con profundos sentimientos y mucha gratitud las palabras del obispo John Croneberger, quien durante un sermón habló de la gracia que experimentó al bendecir a la multitud en la Marcha del Orgullo y del agradecimiento que sintió al recibir los gestos de gratitud de quienes recibieron su bendición. Ese día comprendí la relevancia y el impacto del cuello clerical cuando sacerdotes y obispos se unieron a nosotros en la Marcha del Orgullo.

Como miembro de la Diócesis de Nueva York, ha sido un verdadero placer ver cómo los obispos Dietsche, Glasspool y Shin se han unido a nosotros a lo largo de los años y cómo todos estamos juntos en esta celebración.

Junio de 2022 marcó mi primera Marcha del Orgullo usando yo misma el cuello clerical- y la primera Marcha del Orgullo después de la pandemia. Las palabras del obispo Croneberger resonaron en mi corazón durante todo el día: La gente que observaba la marcha decía "gracias" con la voz, las manos y el corazón mientras yo no paraba de gritar "¡Feliz Orgullo!". Fueron varias las ocasiones en las que, durante el intercambio de saludos, el Dios amoroso, liberador y vivificador estuvo tan presente y fue tan poderoso que las lágrimas me rodaron por las mejillas y no pude evitar que se derramaran. ¡Demos gracias a Dios!

La Reverenda Anahi Galante (pronombres ella/ellos/ellas) es la Sacerdote-a-Cargo en Holyrood/Santa Cruz en la Diócesis de Nueva York. También es co-facilitadora de la reunión semanal del Clericus Latinx y co-organizadora y facilitadora del Comité Diocesano de Asuntos Latinx en la Diócesis de Nueva York. Los últimos 25 años le han brindado muchas oportunidades de encontrarse con el Jesús Resucitado mediante su compromiso inquebrantable de iniciar o apoyar ministerios LGBTQ.