January 2019
Vestry as Team

Música para fortalecer el trabajo en equipo

This article is also available in English here. Este artículo está disponible en ingles aquí.

Cuando era maestra de escuela primaria, el método más fácil y rápido para hacer que mis alumno/as prestaran atención y recordaran lo que estábamos aprendiendo era empezar a cantar. Por algún motivo, convertir algo en música para que lo recitara o me lo cantara la clase era poderoso y formaba comunidad. Más adelante, cuando enseñé música, incluí canciones fáciles y multilingües para fomentar comunidad en nuestro medio diverso.

Una técnica fácil de usar combina fraseos de llamadas y respuestas, canciones con melodías muy conocidas, incluyendo música popular o clásica. Emplee la Quinta de Beethoven para decir: ¡A aprender! Y la respuesta de los estudiantes era: ¿Qué será hoy? A menudo usé canciones como “Cascabel” y otras similares, como “Thriller”, para enseñar una variedad de temas de matemáticas o de lectura. En las clases con alumnos de mayor edad ello/as traían sus propias canciones para ayudarnos a aprender. Eso a menudo nos unió y ayudó a crear entusiasmo sobre todas las materias.

Canciones para formar comunidad en la iglesia

Cuando me invitan a enseñar una canción a un grupo de gente en la iglesia, uso varias. Si tengo muy poco tiempo, empiezo cantando el espiritual “Amén” en español. Casi toda la gente lo sabe y empieza a cantarlo. Cuando terminamos digo, “¿Lo quieren aprender en inglés?”. Toda la gente grita: “¡SÍ!”. Y yo empiezo a cantar, pero con la pronunciación en inglés (básicamente la misma palabra). Por lo general la gente se ríe. Si tengo más tiempo, cantamos “Somos uno en Cristo” (encontrado en Oramos Cantando), coritos, o alguno de mis cantos cortos, como “No tengas miedo” o “Permanece en mí”.

Les pedí a alguno/as de mis amigo/as músicos que me dijeran qué cantos usan para formar comunidad y por qué creen que la música es importante para fortalecer el trabajo en equipo. Todos dijeron que lo principal era que los cantos fueran fáciles y repetitivos. Además recalcaron la importancia del mensaje que nos invita a unirnos.

Jeannine Otis, directora de música en St. Mark’s-in-the-Bowery, Nueva York, dice que su canción favorita es “Guide my Feet - Guía mis pies”. Siente que es fácil de cantar y que la letra apela a la oración y a aspirar en la vida a caminar con Dios: Guía mis pies mientras que corro esta carrera porque no quiero correr esta carrera en vano. Otros versos expanden esa oración: “Quiero emplear mi vida en demostrarles gratitud a Dios y al universo viviendo una vida significativa y sirviendo a la humanidad”, dice Jeannine. “Para mí, esta canción es una oración para caminar hacia adelante con Dios, pase lo que pase, en fe, amor y perdón, confiado/as en que todo está bien”.

Dent Davidson, director interino de Liturgia Emergente y Música en St. Bart’s, Nueva York, usa un canto simple: “Come, my Beloved. Make your home in my heart - Ven, mi amado(a). Haz tu hogar en mi corazón”. Dent dice que le encanta usar esta canción porque es fácil de aprender. Dice que siempre está asombrado con la noción de quién está realizando la invitación: “¿Le estamos pidiendo a Dios que haga su hogar en nuestro corazón? ¿O Dios nos está pidiendo que hagamos nuestro hogar en el corazón de Dios? ¡O ambos!”. Él cree que hacer música con nuestros cuerpos es una experiencia enormemente íntima. Escucharnos mutuamente da permiso para usar nuestra propia voz y hacernos oír. Un grupo de voces individuales se convierte en una, un coro. “También hay un elemento de verdadera magia”, dice, “que la ciencia nunca podrá explicar. Es todo Dios y un don total”.

Gus Chrysson, diácono y seminarista costarricense del Seminario Teológico de Virginia, dice que enseña tres coros que en algún momento se van a traslapar: “This Little Light of Mine (Esta lucecita)”, “Glory, Glory Hallelujah (Gloria, Gloria Aleluya)” y “When the Saints Go Marching In (Cuando los Santos marchen ya)”. Aprendió esto de la Dra. Ysaye Barnwell, anteriormente del grupo Sweet Honey in the Rock. Por lo general la gente sabe esos tres coros o los puede aprender muy rápidamente. Él forma tres grupos y le pide a cada uno de ellos que cante su coro una vez solo y después todos juntos. Cuando los grupos cantan juntos, estos coros superpuestos hacen armonías maravillosas. Él piensa que las canciones folclóricas también funcionan bien para inspirar a la gente a cantar y disfruta muchísimo enseñar llamadas y respuestas y después hacer que lo que se cante sea progresivamente más complejo.

Gus piensa que la música es importante para la formación de comunidad porque somos humanos, y los seres humanos hemos estado formando comunidad con música (¡y comida!) desde tiempo inmemorial. “La música refleja cómo alabamos a Dios”, dice, “cómo encontramos alegría y podemos lidiar con el dolor. Entonces, cuando formamos comunidad con música podemos apoyarnos junto/as en nuestra humanidad, incluso si la música que sabemos y amamos individualmente es muy diferente”.

Cantar juntos puede generar esperanza

Ana Hernández, miembro de la Comisión Permanente de Liturgia y Música, se describe como “compositora, arreglista, facilitadora de talleres, autora y revoltosa”. Habla sobre el poder de cantar juntos:

Ya sea si uno/a está rodeado/a de incendios o comunicando sobre el desmantelamiento del racismo, cantar oraciones junto/as posiblemente es lo más importante que nos ayuda a ver la vía hacia adelante en una senda que anteriormente no habíamos divisado. He visto salones llenos de gente totalmente transformada cuando se encuentran con las dos melodías siguientes y una urgente necesidad de trabajar conjuntamente.

“Dont Be Afraid – No tengas miedo”, de John Bell, nos recuerda estar presentes y fieles, incluso si estamos aterrado/as. Cantar juntos, añadiendo armonías y contramelodías, nos hace sentir receptivo/as a nuevas posibilidades a medida que empezamos a movernos en sincronía. El hecho de que nos empezamos a sentir más cómodo/as a medida que cantamos nos permite explorar cómo lucen la transformación y la comunicación y cómo nos sentimos a medida que practicamos invitarnos y estimularnos mutuamente y empezamos a dejar un espacio para cada voz mediante la profundización de nuestra capacidad de escucharnos.

“All Shall Be Well/Another World – Todo va a estar bien/Otro mundo” combina textos de Arundhati Roy (“Otro mundo no solo es posible, sino que está en camino; en un día tranquilo lo puedo oír respirar”) y de Julian de Norwich (“Todo irá bien, todo irá bien y toda clase de cosas irán bien”) con una melodía original, reforzando los temas de la presencia y el consuelo de Dios añadiendo esperanzas. La esperanza da energía al salón, permeando a cada persona con una confianza en sí misma que posibilita que hasta lo/as cantantes tímido/as encuentren y compartan sus voces. Con este tipo de participación incondicional todo realmente irá bien.

Ellis Montes, director musical de Grace, Houston, dice que la música es una manera de hacer que la gente sienta que parten de una misma base cuando recién se están conociendo. Él dice que cantar melodías simples pero que hacen pensar como “En mi vida, te alabaré” o “Tu fidelidad” pueden ayudar a la gente a centrarse en una idea, especialmente al iniciar una reunión importante, como una que incluya liturgias múltiples, revisión del libro de oración común, lenguaje incluyente y modificar el calendario litúrgico. (Ellis empleó estos cantos en su primera reunión de la Comisión Permanente de Liturgia y Música).

Hay un dicho que dice: “Cantar es orar dos veces”. A mí cantar me ayuda a recordar oraciones y versos de la Biblia. Y cuando se usa la música al principio de cualquier tipo de reunión, tiene el potencial de generar unión, consuelo y amor.

Sandra T. Montes es la Asesora de Recursos en Español de la Fundación de la Iglesia Episcopal. Pasó muchos años desarrollando recursos bilingües originales para su iglesia, escuela y otros, y fue voluntaria y trabajó en la Iglesia Episcopal desde que le dieron la bienvenida en 1986. Sandra se desempeña como música, traductora, asesora y escritora. Obtuvo su doctorado en educación en 2016 y es asesora y música independiente a tiempo completo.

Recursos:

This article is part of the January 2019 Vestry Papers issue on Vestry as Team