November 2020
Spiritual Wellbeing

Cuidarse en medio de una pandemia

This article is also available in English here. Este artículo está disponible en ingles aquí.

Las fiestas de fin de año, como el Día de Acción de Gracias, la Navidad y el Año Nuevo, son muy importantes para las familias latinas. Nos reunimos independientemente de lo lejos que estemos y de cuántos seamos en nuestra familia. Son momentos de amor, alegría, reconexión y reunión. Si ha estado alejado de su familia por un tiempo, incluso si no celebra la Navidad como creyente en el nacimiento virginal o en el niño mesías, la celebra porque es tiempo en familia.

Este año, las cosas serán diferentes. Oímos sobre una segunda ola de casos de la COVID-19 a causa del tiempo y la gripe. Hay restricciones de viajes. Yo estoy viviendo en Nueva York y con la restricción de viajes a y de Texas, sé que no estaré con mi familia el Día de Acción de Gracias y probablemente tampoco para la Navidad o el Año Nuevo. Y eso es me hace muy triste.

Los jóvenes me dan vida. Piensan de maneras diferentes, conmovedoras, que me abren la mente y me ayudan a ver la vida de otra forma. Fue por eso que les pregunté a algunos de mis queridos hermanos y hermanas menores qué estaban haciendo para permanecer motivados y sanos – en todos los aspectos – y cómo se están cuidando, especialmente durante este tiempo y en las fiestas.

Idania Argueta recurre a Dios

Aprendí a recurrir a Dios en adoración, meditación, oración y confianza, incluso si es solo por 15 minutos. Lo puedo hacer andando en carro o limpiando la casa. La comunicación constante con Dios me ayuda cuando enfrento un problema, cuando estoy disgustada o no me siento bien, y también cuando las cosas van bien y siento que logré algo. Paro, digo el nombre de Dios, digo lo que me pasa o le agradezco por algo y después sigo mi día.

Orar intencionalmente y constantemente es mi meta este año. Hice un tablero de oración con el versículo “Tenemos confianza en Dios, porque sabemos que si le pedimos algo conforme a su voluntad, él nos oye.” (Juan 5:14) Uso notas adhesivas para añadir por quiénes y por qué estoy orando.
La meditación ha sido una bendición para mí, especialmente cuando la vergüenza o la depresión se entrometen. Y junto con mi salud espiritual, creo firmemente en la terapia. Me ayudó a deshacerme de resentimientos y me enseñó mecanismos para lidiar.

Siempre vendrán tiempos difíciles, pero siempre podemos recurrir a Dios y pedirle que nos moldee en los seres humanos que él nos creó para ser.

Alissa Montes se ocupa de su salud, la de su familia y la de otras personas

Durante este tiempo, tuve la oportunidad de parar y realmente pensar en mis buenos y malos hábitos. La cuarentena hizo que me diera cuenta de cuánto tiempo dedico a cosas que a la larga no me benefician. Para permanecer sana, he estado haciendo ejercicio al menos cuatro veces por semana. También empecé a cocinar y a ver videos en YouTube para aprender qué alimentos son sanos para mí.

Cuando me siento sola voy a mi familia y le texteo a alguno de ellos que hagamos algo, como salir a comer o jugar juegos de video.

Para mí, ocuparme de otros proviene de saber que todos somos seres humanos. A veces siento que preocuparse por el prójimo significa dar algo físico, pero también puede ser mi tiempo. Puede ser algo tan simple como tener una conversación con el cajero de una tienda. Y preocuparse por los demás va de la mano con cuidarse a uno mismo. En mi día dedico tiempo a mí misma, ya sea para hacer ejercicio o simplemente depilarme las cejas o arreglarme las uñas.

Laura Montes se preocupa por sus compañeros de trabajo y deja el trabajo atrás al final del día

Conocí a alguien antes de que empezara la cuarentena y me sentí mucho menos sola durante los meses siguientes. Salir con él, por ejemplo a caminar, fue una escapada de lo que estaba pasando y también teníamos tiempo para trabajar en tareas de mejoramiento de mi nueva vivienda.

Cuando el trabajo volvió a empezar, tuve muchas reuniones de grupo en línea con compañeros de trabajo y noté que a muchos de ellos les gustaba poder hablar sobre lo que estaba pasando en sus vidas. Me di cuenta de que simplemente estar allí y dedicar tiempo a escucharlos demostraba que me preocupaba por ellos. Incluso cuando estoy ocupada, contesto sus llamadas telefónicas y sus invitaciones a Google Meet.

Como maestra en esta pandemia, mis días están llenos de enseñar, planificar, calificar, asistir a reuniones y contactar a padres. Para cuidarme a mí misma apago mi laptop y dejo mi trabajo para el día siguiente cuando termina mi día de trabajo.

Ellis Montes hace música, permanece conectado y mira hacia el futuro

Para cuidarme a mí mismo, camino, bebo agua y té caliente, como mucha comida casera (este año de mi huerto) y hago música. La motivación ha sido una de mis mayores dificultades y ahora tengo que enfrentar qué es lo próximo que deseo hacer con mi vida. Estoy haciendo muchos videos de música y de cultivo, tratando de asumir algunos riesgos mayores, y espero retomar mis estudios,

Soy muy introvertido y realmente no sentí mucha soledad. Me mantengo conectado con muchos amigos con mensajes, llamadas telefónicas, charlas por video y soy parte de unos pocos grupos sociales. No poder ver a la gente cara a cara significa que tuve que poner más esfuerzo en mantener las relaciones. Traté de estar disponible para la gente ofreciendo lo que pueda, apoyo técnico a mis amigos de más edad, música que a la gente le gusta oír y escuchar a mis amigos.

Hay días en que siento que no hice absolutamente nada productivo o bueno para mí, así que estoy tratando de valorar mis talentos, descansar y relajarme más. Estoy poniéndome en contacto con personas para que me guíen sobre estos asuntos y eso me ayuda a sentirme mental y espiritualmente sano.

Adia Milien depende de su sistema de apoyo

Tengo un sistema de apoyo a mi alrededor que me hace seguir adelante. Desde que empezó la pandemia, algunos amigos y yo nos reunimos por Zoom para hacer ejercicio durante la semana. De esa manera también estamos en comunicación constante y evitamos la soledad. Creamos un grupo de oración por Zoom para que podamos estar presentes para los que estén enfermos y los que perdieron a alguien. Hago listas semanales de gente a la que necesito llamar para ver cómo les está yendo y sentirnos más cerca.

Sandy Milien cree en nombrar nuestras frustraciones y temores

Encuentro tiempo para estar activa, hacer ejercicio, bailar y salir a caminar con distancia social al menos una vez por semana. Permanecer hidratada me ha ayudado mucho con mi energía y humor. Trato de ser proactiva y programo tiempo para charlar con amigos y miembros de mi familia para hablar sobre cómo se están sintiendo y las cosas que nos están abrumando a todos nosotros. Ayuda nombrar esos sentimientos, frustraciones y temores.

Algunos de mis amigos perdieron a alguien recientemente, así que no dejo de ponerme en contacto con ellos sin hacerles demasiadas preguntas, para que sepan que estoy presente con ellos. Tengo una lista de oraciones e incluyo sus nombres. Me gusta escribir en mi diario y leer, y arreglarme el pelo es una buena manera de cuidarme. Tener horas felices virtuales con amigos es otra manera de cuidarme.

Jaivan Ortiz, 16, se esfuerza en permanecer positivo y chequea cómo están sus amigos

Cuando me despierto trato de decirme a mí mismo que “hoy es mejor que ayer”. Espero que ocurran ciertas cosas, como “el viernes es en solo tres días” y eso me ayuda a tener una meta diaria. Tengo esperanzas todos los días.

Conozco personas que escriben pensamientos motivacionales en el espejo y en notas adhesivas o que leen frases repetitivas para mantenerse física- y espiritualmente sanos. Personalmente, dedico tiempo a decirme, “Estás bien y está bien no estar bien”. Si me siento abrumado bebo una taza de té verde. Siempre chequeo cómo están mis amigos, porque uno nunca sabe cuándo alguien está teniendo un mal día. También pido ayuda cuando me hace falta. Soy muy de abrazar a la gente y me resulta difícil no poder abrazarlas.

Para las fiestas, mi abuelito siempre se disfraza de Papá Noel para repartir regalos a familias necesitadas. Siempre espero ese día, pero no sé si lo hará este año. Me siento feliz cuando ayudo a otros a sentirse felices.

Jaidani Ortiz, 10, conecta con amigos y espera pasar esta Navidad en familia

A veces, si estoy muy cansada, simplemente me siento a leer. Si estoy realmente enfadada, respiro con atención. Me siento con las palmas en las piernas, cierro los ojos, enderezo el cuerpo e inhalo y exhalo. Me gusta inhalar, mantener la respiración por cuatro segundos y exhalar por cinco.

Para mí es difícil no poder andar con mis amigas y trato de estar conectada con ellas por textos. A veces podemos jugar a las muñecas o montar en bicicleta juntas. Espero ver a mi familia en Navidad y que podamos estar juntos.

Todas estas respuestas consideradas, honestas y profundamente personales a mis preguntas me dan esperanzas e ideas sobre qué hacer cuando lucho con mis sentimientos. También me demuestran que, independientemente de nuestra edad, todos estamos tratando de permanecer conectados y sanos, y que nos estamos ayudando los unos a los otros a hacer lo mismo.

Sandra Montes es la asesora de recursos en español de la Fundación de la Iglesia Episcopal. Nació en Perú y se crio en Guatemala y Texas. Por años, Sandra ha estado desarrollando recursos bilingües originales para iglesias, escuelas y otros. En 2016 obtuvo su doctorado en Educación. En la actualidad es directora interina de la adoración en el Seminario Teológico Union y su libro, Becoming REAL and Thriving in Ministry/Sé REAL y triunfa en el ministerio, fue publicado en mayo.

Recursos:

This article is part of the November 2020 Vestry Papers issue on Spiritual Wellbeing